¿Las personas nacen siendo empresarias o se entrenan para ser empresarias? Cuando pedí a mi padre rico su opinión sobre esta vieja cuestión, dijo: “Cuestionar si las personas nacen o se entrenan para ser empresarias es una pregunta que no tiene sentido. Sería como averiguar si las personas nacen siendo empleadas o si se les enseña a convertirse en empleadas.”
Luego prosiguió: “Las personas son capaces de recibir entrenamiento. Se les puede entrenar para ser empleadas o empresarias. La razón principal por la cual hay más empleados que empresarios es simplemente porque en nuestras escuelas entrenan a los jóvenes a convertirse en empleados.
Por eso hay tantos padres que dicen a sus hijos: “ve a la escuela para que puedas conseguir un buen empleo”. Nunca he escuchado a ningún padre decir: “ve a la escuela para convertirte en empresario.” Robert Kiyosaki.
Fuente: Somos Emprendedores
El vínculo entre las personas y las organizaciones es recíproco. Al decir de Frigerio y Poggi (1992),“individuo e institución se requieren y construyen mutuamente un vínculo de permanente intercambio” (1).
En nuestro tránsito por las instituciones, solemos apropiarnos de reglas o normas que nos orientan en el camino de la vida. Si bien, en muchas ocasiones, la mención a dichas reglas reviste una interpretación eminentemente negativa, sería imposible imaginar la existencia de una organización o de la sociedad misma sin normativas que organicen cotidianamente su funcionamiento.
En nuestro tránsito por las instituciones, solemos apropiarnos de reglas o normas que nos orientan en el camino de la vida. Si bien, en muchas ocasiones, la mención a dichas reglas reviste una interpretación eminentemente negativa, sería imposible imaginar la existencia de una organización o de la sociedad misma sin normativas que organicen cotidianamente su funcionamiento.