Existen muchos miedos y excusas que nos detienen de obtener lo que queremos como emprendedores. Pero tanto el éxito como el fracaso son una elección.
Cuando inicié mi negocio, éstas eran mis grandes preocupaciones:
“Soy joven y nunca he tenido un trabajo verdadero, ¿por qué alguien me contrataría sin tener experiencia alguna?”
“Todavía no tengo título universitario, por lo que no soy lo suficientemente inteligente como para enseñar esto a alguien más”
“Duermo en el sillón de mi hermana, y si mi cliente se entera seguro me rechaza”
El chiste es que siempre habrá este tipo de pensamientos que intentarán detenerte. Por lo tanto, depende de ti si les prestas atención o si los superas y triunfas sin importar qué se interponga en tu camino.
Cuando inicié mi negocio, éstas eran mis grandes preocupaciones:
“Soy joven y nunca he tenido un trabajo verdadero, ¿por qué alguien me contrataría sin tener experiencia alguna?”
“Todavía no tengo título universitario, por lo que no soy lo suficientemente inteligente como para enseñar esto a alguien más”
“Duermo en el sillón de mi hermana, y si mi cliente se entera seguro me rechaza”
El chiste es que siempre habrá este tipo de pensamientos que intentarán detenerte. Por lo tanto, depende de ti si les prestas atención o si los superas y triunfas sin importar qué se interponga en tu camino.